Uno de estos días... una de estas mañanas frías... te habré esperado demasiado.
Me buscarás... y yo ya me habré ido...
Pero no te preocupes. Están estas flores. Cada día platicaré con ellas, y les contaré lo mucho que te amé. Te las regalo, recuérdame siempre.
lunes, 9 de julio de 2007
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