podría sacarte de esa prisión donde tú mismo te has encerrado?
puede ser pero... es eso lo que realmente queremos?
adoro venir cada día, adoro el camino que me trae hasta aquí; no es el camino más bello, para nada, de hecho de no ser por ti sería un camino promedio (incluso por debajo del promedio), sin nada destacable, sólo una reja vieja bardeando un lago descuidado y olvidado, sólo unas cuantas flores creciendo al pie de unos anuncios que no han cambiado desde hace años
peor aun, a la hora a la que paso para ir a verte, el Sol aun no ha salido, y hace tanto frío que no puedo ni mover bien los dedos
si es tan malo ¿por qué me gusta tanto? tan sólo la expectativa, la mera idea que pronto te veré y hablaremos por horas... o tal vez no digamos nada y sólo nos hagamos compañía, tú trabajando y yo leyendo o pintando
quisiera pintarte, pero no encuentro el valor para pedirte que modeles para mi, y de todos modos lo más probable es que te negarás, no te gustan ese tipo de cosas...
y si no estoy contigo e intento pintarte tu imagen se me escapa, tu esencia, tu encanto... casi siempre hago una o dos líneas antes de descartarlas (desde ahí puedo ver que no saldrá bien), y cuando logro hacer un bosquejo mas elaborado, siempre algo me falla, algo falta ¡y no se que es! lo arranco y comienzo de nuevo
he llegado a pensar que no es posible dibujarte.
tu ser es tan bello y tan complejo que dudo mucho que líneas y sombras en dos dimensiones sean suficientes para expresar toda esa fuerza, toda esa vida que me inunda cada vez que te veo a los ojos
creo que esa es mi parte favorita, cuando nos miramos, aunque sea breve
te juro que puedo sentirlo, algo de ti entra por mis ojos, es como un fuego líquido que sale disparado de tu mirada, entra apresuradamente por mis ojos y busca mi sangre con desesperación, pues no puede subsistir sino en el líquido rojo que da la vida. una vez allí, se regocija en viajar hasta mi corazón, desde el cual saldrá disparado con euforia hasta llenar todos los rincones de mi cuerpo
esa sensación me absorbe, me inunda, me embriaga, quisiera perderme en ella por horas, días, semanas...
pero así como vino se ha ido, y al marcharse me deja frío y ansiando sólo una probada más, pero para entonces tu mirada ya se ha desviado a otra cosa, o yo mismo en la sobrecarga he volteado para evitar mostrarte mi sentir
y eso es sólo tu mirada, me pregunto ¿cómo moriré si acaso el destino me sonriera y pudiera acariciarte?
viernes, 17 de abril de 2015
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