lunes, 24 de noviembre de 2008

generalized emotion

Levántate! Levántate a oler el café! mmmm! Anda, levántate y huele el café!

Es el aroma de la mañana ¿qué? ¿acaso no lo ves? Despreocúpate, no necesitas tus ojos para apreciar ésto... Sólo acercate! Ven! Tomaré tu mano y te llevaré escaleras abajo hasta la cocina, donde te he preparado un aromático café!

Yo odio el café! Lo detesto!

Pero vamos! huélelo, absorbe ese aroma muy profundo... que el vaporcillo que sale de mi taza roja llegue profundo y estimule cada uno de los receptores que hay al fondo de tu adorable nariz...
Abre tus ojos, mírame, mira el Sol, mira el mundo, que está encamorrado, que está depeinado, que se acaba de levantar, ¡como tú! Y es así como aparece más hermoso para mí, pues se muestra tal como es, se muestra como es antes de pasar por una tediosa hora de bañarse, peinarse, maquillarse, vestirse... es una belleza salvaje, incapturable.

Es una tranquila mañana, está despejado, el Sol brilla espléndido y nuestro árbol se puede ver por la ventana. Ruidillos de amanecer se cuelan con el vientecillo medio frío que sopla por la ventana. Tú me miras extrañada, mi comportamiento es inusual... ¿por qué tanto alboroto para oler una simple taza de café?

¡¿Pero qué?! ¿Es que acaso no lo ves? Pero no te preocupes! no es necesario ver nada, sólo oler y rellenarte de esa vitalidad, de ese amor que quiero transmitirte esta mañana. Mis ojos están abiertos grandes y mi emoción no puedo contenerla! Es la taza roja llena de café caliente y oloroso, eres tú en un camisón para dormir y pantuflas de oso.

Es esta mañana, es esta simple estupidez, esta cosa tan sencilla que me impresiona infinitamente: Que puedo transmitirte todo esto y que estás aqui para verlo y para pensar "¡Pero que absurdo! Es sólo café!" Y sí, lo es, pero no sólo es el café...
Es el café, la mañana, tú, el sol, el árbol, es todo mi amor y mi tonta forma de transmitírtelo, son todas esas cosas que se juntan y que me impresionan y que me hacen subir emocionado como un niño al lado de la ama a decirte:

"¡Ven!¡Ven! ¡Levántate a oler el café! ¡Levántate a oler el café que te he preparado! ¡Levántate a oler el amor que te he preparado! ¡El amor que he mezclado con esa agua, ésos granos, esa azúcar, en ésa tonta taza roja!"

Es así de estúpido mi esfuerzo por gritarte de una forma inusual lo feliz que me hace que estés aqui, a mi lado, es mi forma de abrazar tu alma ¡es tan hermoso! por eso quiero compartirlo contigo y que te llenes de todo ese amor que quiero darte!
La cascada de ideas que se precipita en nuestras almas despues de mi tonto comportamiento: el pan tostado, el jugo de naranja, los chilaquiles... tú y yo sentados en la mesita, tal cual somos, ríendo, y compartiendo todo aquello... Pan tostado! Café! Te Amo!



Anda, levántate! Levántate y ven a oler el café
¿Por qué? Bueno... tal vez mañana sea demasiado tarde. El mundo es incierto y no hay garantía alguna de que mañana seguirás viva. Por eso, ¡levántate! ¡levántate a oler...



Pero, tras un momento, me doy cuenta de que sólo fué un sueño... tú no estás aquí. Ni siquiera se tu nombre. Me pregunto si podré ser más desdichado...



2 comentarios:

Unknown dijo...

He aquí!!! Una gran parte de nuestro querido amigo Raul ¿Algún día veremos todo lo que hay detrás de ese noble joven de buenos sentimientos? Dice que no hay más de lo que muestra ¡Contradicción!

Anónimo dijo...

pero ella llegará, siempre llega.......y podrás decirle que la amas, podrás pelear con ella cuando esten celosos, podrás reconciliarte con abrazos y buen sexo, podrás hacer muchas cosas locas e impulsivas como juntar dinero para visitarla en un lugar lejano.....no te rindas, ella vendrá...
que buen post rulo. mucho tiempo sin pasar por aquí.