the tragedy of the unhappy car therapist

cuando supo que ella asistiría a ese viaje, decidió ir también.

quizás para recordar, hablar, verle de nuevo, soñar de nuevo.

-hola - le dijo ella.
-hola -le respondió en automático.

se miraron largo rato, y la fiesta y el ruido a su alrededor pasó a un lejano segundo plano. Ambos habían logrado desempolvar esa antigua conexión de hacía años.
Alguién la llamó.
Lentamente se alejó y poco a poco se fue disolviendo el pequeño espacio aislado que habían creado tan sólo con sus miradas.

sólo fue por ella, así que después de ese momento, salió de la casa y se fue a pasear por los alrededores.
Era una noche agradable, la de humedad se respiraba y se sentía increíble en su rostro.
se detuvo.
miró sus zapatos y tras unos segundos, se agachó, se los quitó (también los calcetines) y a continuación fué hasta el lugar más alto que encontró.
La luna lucía preciosa en el cielo despejado y la contempló despreocupadamente. Tras unos minutos, tomó algo de vuelo y arrojó sus zapatos tan lejos como pudo, por alguna razón que no comprendía.
Se dejó caer en el pasto y luego se sentó con las piernas cruzadas.

Transcurridos unos minutos, oyó pasos venir, pero no volteó. Aquellos pies debieron detenerse poco antes de llegar a él.
Oyó unos ruidos y luego vió como ella también tomaba vuelo para arrojar sus zapatos tan lejos como él.
Se quedó parada a su lado (levemente agitada) y después de un breve silencio, ella dijo:

-es fantástico, ¿no?

él no respondió, sólo miraba al vacío.
ella lo miró y luego se sentó junto a él. Su largo vestido cubría sus piernas estiradas.
Se miraron de nuevo.

- Mark, yo... -empezó ella

pero a lo lejos alguien la llamaba. de nuevo.
ella hizo un gesto. no quería ir, pero si no lo hacía habría consecuencias. Mark sólo soltó un suspiro.

Ella se incorporó, sin decir otra palabra, y se alejó corriendo ágilmente.

* * *

Era ya tarde, pero el anfitrión de la fiesta había ofrecido alojamiento y Mark decidió aceptarlo. No tenía ganas de nada, mucho menos de manejar.
Estaba por conciliar el sueño cuando oyó que la puerta de madera se abría lentamente, le siguió el susurró de pasos descalzos y quedos.
Ella se sentó a un lado de su cama y Mark volteó a verla.
Ella sonreía.
Se estuvieron así en silencio hasta que él dijo:

-sal de aquí
-pero...
-sal de aquí o alguien nos descubrirá.

un silencio.
ella se le acercó lentamente y lo besó.
luego sólo se miraron.

-no he cambiado -argumentó ella.
-pero estás atada, ahora, por favor, vete.

Mark se volteó y se tapó.
ella soltó un suspiro y tras un rato, al ver que no se iba, Mark volvió a verla y le dijo:

-sigues aqui?

ella asintió.
y lentamente se fué acostando y tapando junto a él.

-Elizabeth...

pero ella continuó

-Elizabeth, por favor.

ya estaba junto a el.
Le dió un beso cálido, prolongado y profundo.

-No está bien, lo que estás haciendo, no está bie...
- ¿en realidad importa, Mark?
-...

fin de "memoria"